Valorización de subproductos y residuos, un proceso clave en la economía circular

29/02/2024 Noticias

Integrar los residuos y subproductos en los procesos de producción es clave para las empresas que apuestan por la sostenibilidad y la economía circular.

Y el proceso básico para explotar el potencial de valorización de los residuos y subproductos en la economía circular es explorar y conocer las oportunidades que encierran sus características.

Para conseguirlo, es importante empezar por la correcta clasificación de estos subproductos y residuos. De esta forma, aseguramos que la solución propuesta y los agentes involucrados en esta son correctos de acuerdo con la legislación, como ya comentamos cuando abordamos los diferentes residuos.

Pero vamos a profundizar un poco más en este tema y en lo que te estás perdiendo si aún no has abrazado la circularidad.

¿Tu empresa todavía desperdicia recursos?

Si tu empresa está anclada en métodos basados en la concepción lineal de los procesos industriales, estás contribuyendo a

  • agotar las materias primas;
  • generar impactos negativos en el medioambiente, y
  • tirar dinero a la basura


Abre los ojos: los residuos y subproductos en la economía circular pueden ser aprovechados como recursos.

Explícame mejor qué es un residuo y un subproducto

En primer lugar, vamos a lo básico: definir los conceptos con los que estamos tratando.

Un residuo, según la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, es «cualquier sustancia u objeto que su poseedor deseche o tenga la intención o la obligación de desechar».

En la citada ley también se recoge la definición de subproducto, considerándose como tal la «sustancia u objeto, resultante de un proceso de producción, cuya finalidad primaria no sea la producción de esa sustancia u objeto».

Ahora bien, estas sustancias u objetos tienen que cumplir una serie de condiciones para ser considerados como subproductos el lugar de residuos. Así, debe

  • existir certeza sobre su utilización;
  • permitir una utilización sea directa, sin transformación previa;
  • ser resultado de un proceso de producción, y
  • observar los requisitos relativos a protección de la salud humana y el medioambiente pertinentes.

Esta consideración requiere de una autorización que las empresas deben solicitar desde el inicio de su actividad productiva o a través de la Orden Ministerial correspondiente.

Un ejemplo de ello, podrían ser el serrín y las virutas que se producen al transformar la madera y que se pueden utilizar para fabricar tableros de aglomerado.

Fin de la condición de residuo, una vuelta de tuerca para lo que entendemos como basura

¿Sabes que los residuos pueden dejar de ser residuos? Esta modificación se puede conseguir a través de lo que se conoce como "fin de la condición de residuo".

Un residuo puede perder su consideración como tal a través de una decisión administrativa y el cumplimiento de las siguientes condiciones

  • se use para una finalidad específica;
  • haya un mercado o demanda para estas materias primas secundarias;
  • cumplan los requisitos técnicos y las normas que resulten de aplicación, y
  • su uso no genere impactos negativos sobre el medioambiente o la salud.

Se trata de un mecanismo que, a día de hoy, está gestionado tanto por las comunidades autónomas como por la administración central y que tiene como objetivo facilitar la vida útil de los materiales.

Uno de los últimos objetos que ha perdido su condición de residuo, por ejemplo, ha sido el caucho (granulado o en polvo) procedente del tratamiento de los neumáticos fuera de uso o los residuos generados durante su fabricación.

¿Qué tengo que hacer para sacar provecho de los residuos y subproductos en la economía circular?

Ahora que vas captando lo errónea que es la inacción y la resistencia al cambio, te vamos a dar la receta para que cambies el chip. ¡Toma nota!


Los ingredientes principales van a ser residuos, subproductos y unas gotas de circularidad.


Preparación:

  • Lo primero que tienes que hacer es reconocer el potencial de aprovechamiento de eso que parece residuo pero en realidad no lo es. Si tienes dudas, ponte en contacto con recircular, que te ayudamos.
  • La tecnología juega un papel muy relevante para extraer el máximo rendimiento en la valorización de subproductos en la economía circular (en realidad, de cualquier material). En este sentido, la digitalización, como muestra nuestro marketplace, brilla con luz propia. Échale un vistazo, que seguro que sacas alguna idea (o algún recurso).
  • Colabora con otras industrias, gobiernos u organizaciones. Establecer políticas y marcos regulatorios que incentiven una segunda vida para estos materiales es fundamental si queremos superar barreras y fomentar un enfoque más circular en la gestión de recursos. Así que iniciativas como las de los polígonos industriales que están creando oficinas de circularidad nos parecen un ejemplo a seguir.
  • Los residuos y subproductos en un contexto de circularidad son menos residuos cuando la gente está más formada y concienciada. A través de la sensibilización, podemos motivar a las empresas y al público en general a adoptar enfoques más circulares y una gestión sostenible de los residuos. recircular, además de la información que comparte a través de sus redes sociales, también imparte formación y participa en conferencias y charlas.

Mézclalo todo, amásalo bien, mételo al horno y ya verás cómo en unos meses empiezas a percibir cambios.

En resumen

Transformar nuestra percepción y aprender a identificar y gestionar los residuos y subproductos es vital para avanzar hacia un proceso circular de la economía más sostenible.

Pero este objetivo solo se alcanzará adoptando prácticas innovadoras, colaborativas y educativas para revalorizar estos materiales.

Al hacerlo, no solo se reduce el impacto ambiental, sino que también se generan nuevas oportunidades económicas, cerrando el ciclo de uso de recursos y promoviendo un futuro más sostenible para todos.

Porque si una cosa tenemos clara en recircular es que los residuos no existen.