Pan duro, de residuo de panadería a recurso innovador

31/10/2023 Noticias

Uno de los alimentos por excelencia de nuestra mesa es el pan. Su consumo se ha reducido mucho, especialmente si lo comparamos con el kilo y medio diario que cada europeo comía en el siglo XIV. Pero sigue siendo un producto básico de nuestra dieta.

No obstante, también es uno de los alimentos más desperdiciados.

Así que, teniendo en cuenta nuestra apremiante necesidad de reducir el desperdicio alimentario, nos hemos propuesto darte a conocer formas de aprovechar el pan duro más allá de las soluciones que circulan por la red.

El pan, un desperdicio cotidiano

A pesar de que la cocina de aprovechamiento cada vez tiene más seguidores, aprovechar el pan duro sigue siendo una de nuestras asignaturas pendientes.

Según datos de 2018, los hogares españoles tiraron a la basura más del 4 % del pan que compraron, unos 62,3 millones de kilos, lo que convierte a este alimento en uno de los más desperdiciados tras las frutas, verduras y hortalizas.

Tirar el pan puede parecer un gesto inofensivo. Pero en realidad estás desperdiciando los ingredientes y la energía empleada en su producción, además de representar un gasto innecesario.

Asimismo, la gestión de los residuos alimentarios genera metano, un potente gas de efecto invernadero, cuando la comida se descompone en un vertedero u óxidos de nitrógeno cuando se incinera.

Aprovechar el pan duro: del desperdicio a la innovación

¿Cómo reducir el desperdicio de pan y minimizar el impacto sobre el medioambiente? Como comentábamos antes, en Internet puedes encontrar cientos de recetas con pan duro y transformar ese trozo de hogaza seca en un plato sorprendente.

No obstante, vamos a salir de la cocina y enfocarnos en cómo dar una segunda vida a los residuos de panadería y pastelería.

Porque más allá de las posibilidades que pueden poner en práctica los propios obradores y panificadoras para avanzar en la meta del desperdicio cero (pan rallado, elaboración de snacks, postres creativos, etc.), hay un mundo que ni imaginas

Bébete el pan duro

Así, como suena. Porque una de las formas más refrescantes de reutilización del pan que hemos encontrado es la elaboración de cerveza y otras bebidas.

La panificadora Therese Mölk de Austria, por ejemplo, usa el pan duro para hacer… ginebra. Bajo la marca Herr Friedrich, comercializa diferentes variedades de esta bebida espirituosa que utiliza entre sus ingredientes pan seco. Y no precisamente una cantidad pequeña: tal y como comentan en su web, para 400 botellas emplean unos 1000 kilos de pan duro.

Aprovechar el pan duro también sirve para elaborar cerveza. Un ejemplo, Toast Ale, una iniciativa de Reino Unido fundada por Tristram Stuart, uno de los gurús del aprovechamiento de comida. El secreto para reducir los residuos de panadería, sustituir alrededor de un tercio de la cebada utilizada por excedentes de pan.

Y, por supuesto, no podemos dejarnos la cervecería Lavoisier, en el céntrico barrio de Malasaña en Madrid. En este local, Christophe Chevallier y Cerveza Mica le están dando una vuelta a eso de tirar el pan seco como si nada.

Por cierto, que Cerveza Mica también está detrás de la cerveza Sr. Mendrugo (el nombre ya te da una pista de sus ingredientes, ¿verdad?).

Aprovechar el pan seco para hacer… pan

Además de endulzar tu vida con la repostería de Panduru, la iniciativa asturiana que elabora pastas y galletas a partir de pan excedente, con pan duro también puedes hacer pan. O, mejor dicho, masa madre con la que hacer pan.

En Westervoort (Holanda), tres panaderos han encontrado la forma de reciclar entre el 20 y 30% del pan seco y usarlo para hornear pan fresco, una filosofía que también pone en práctica Gail’s Bakery en el Reino Unido.

Envuelve tus regalos con pan duro

¡Pero luego no te comas el envoltorio!

Una de las ideas más originales para aprovechar el pan duro es transformarlo en un biopolímero parecido al plástico, pero que es totalmente biodegradable y no consume recursos fósiles. Es una opción que en Panduru han empezado a investigar en colaboración con Laboratorio Biomimético y que también está captando la atención del ámbito académico.

No obstante, la referencia de creatividad en este sentido es el proyecto polaco Rebread, que ha conseguido hasta crear un biofilamento para la impresión en 3D.

Conclusión

Lo cierto es que podríamos seguir desgranando posibles formas de aprovechar el pan duro: alimento para animales, compostaje, biogás…

Pero queremos que tú también explores por tu cuenta. Al fin y al cabo, los caminos de la economía circular son inescrutables y lo mismo se te ocurre una idea genial para dar una segunda vida a tus residuos de panadería y pastelería (si podemos ayudarte, ya sabes dónde encontrarnos).

Lo que es evidente es que la sostenibilidad y la innovación son claves en este proceso que puede impulsar tu negocio al siguiente nivel.

Así que… ¡pásate al pan!